martes, 29 de marzo de 2011

Vuelva usted mañana

Cuento de Mariano José de Larra
Diario del personaje protagonista
Autor: Roger Forts, 3 ESO C

Lunes 13 de octubre de 2011
Llego a Madrid, la capital española, con la esperanza de encontrar a mi madre que había desaparecido de su domicilio. La primera persona que conozco, es muy amable y me asegura que hará todo lo posible para ayudarme a encontrarla. Llegamos mi nuevo amigo y yo al consulado español. Nos atiende el portero. De su boca sale una frase que, según mi amigo, escucharé muchas veces a lo largo de mi estancia en España. Con una voz muy profunda nos dice: “Vuelva usted mañana, el señor está reunido y no se le puede interrumpir.” Al salir, vemos al señor cónsul con su mujer y sus dos hijos sentados en un banco disfrutando de la magnifica puesta de sol.

Martes 14 de octubre
Volvemos al edificio y el mismo portero, nos dice otra vez la misma frase pero con la pequeña diferencia que cambia la excusa “Vuelva usted mañana, el cónsul se ha tenido que ir a Bolivia por cuestiones de la emigración”. Decidimos ir al tanatorio a fin de saber si tienen algún cadáver por identificar que pueda ser mi madre. Nos responden amablemente “Vuelva usted mañana, se nos ha estropeado el ordenador y no tenemos acceso a los datos informáticos.” Al salir, mi amigo se apuesta conmigo un almuerzo. Si no consigo hablar con nadie que me ayude a saber más acerca del paradero de mi madre, lo pago yo, si es al contrario, paga él.

Miércoles 15 de octubre
Otro día sin noticias. Nos echan en los dos lugares, el consulado y el tanatorio. Hemos vuelto a oír la mítica frase de “Vuelva usted mañana” acompañada de cualquier otra excusa barata. No se que más hacer para saber de mi madre. Mi nuevo amigo, dice que los españoles, son vagos por genética y que lo dejan todo para el último instante. Me comenta mi amigo que hay una norma que siguen muchos españoles. “No hagas hoy lo que puedas hacer mañana.”

Jueves 16 de octubre.
Retomamos la ruta de personas que me pueden ayudar a saber donde esta mi madre. Nos volvemos a encontrar con el “Vuelva usted mañana”. Esta, si no fuese porque he estudiado español, seria la única y puñetera frase que sabría decir en esta lengua. Al preguntarle a mi amigo que piensa él de esta situación, se ríe. Me dice que ya ha pasado por esto en su vida y que ahora, ya se lo toma a buenas por qué si te lo tomas a malas, lo único que consigues es estar toda la vida enfadado.

Viernes 17 de octubre
Hoy, por fin he conseguido meterme en la cabeza que los españoles son vagos, y que es muy poco probable encontrar a alguna persona que se mueva de su silla para ayudarte. Siempre te dirán la frase más oída por mi y seguro que por muchos otros viajeros: “Vuelva usted mañana” seguido de una explicación, que seguro que es falsa, y no es más que una simple excusa para que no les molestes.

Un mes más tarde…
Aquí termina mi estancia en España. Todo negativo. No he vuelto a saber nada más de mi madre y encima, he escuchado como 200 veces la misma frase, que no puede ser otra que “Vuelva usted mañana”. La única persona española a la que no he oido decir aquella dichosa frase, es mi amigo del cual no conozco ni su nombre y al que difícilmente volveré a ver nunca. Y por si fuese poco, he perdido un almuerzo. Un día cualquiera en Francia…

Después de haber ido a España, no me atrevo a preguntar a nadie si sabe alguna cosa de mi madre y ni siquiera puedo preguntar en una tienda si está el dueño, por miedo de que me digan la maldita frase. Se que si la vuelvo a oír me provocará una grave enfermedad. Mis amigos franceses siempre me dicen esta frase para ponerme de los nervios. Me envían mensajes y cartas con esta misma frase. De las otras cosas de España (plazas, calles…), no recuerdo nada. Solo recuerdo esa maldita frase. Creo que es mejor olvidar la etapa que he pasado por España y pensar que por suerte esto es Francia y aquí no hay ninguna expresión parecida a aquella.

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