jueves, 31 de marzo de 2011

La tumba

Cuento de H. P. Lovecraft
Diario de de Jervas Dudley
Autora: Nell Parés, 3 ESO A

Miércoles, 14 de junio de 1915.
El día de hoy ha sido muy especial. Aunque el principio, era un día como los otros, muy aburrido, en cuanto he llegado al bosque y he empezado a descubrir cosas me he empezado a emocionar y a pasármelo realmente bien.
Aunque mamá no quería que saliese, porque decía que era peligroso, he ido al bosque. Ella se ha enfadado, por supuesto, pero después del descubrimiento, esto no me importa mucho.
Y aquí viene el gran descubrimiento. He descubierto una cripta. ¡Es gigantesca! La he encontrado cuando estaba siguiendo un camino misterioso que empezaba en el medio del bosque. Aunque este muy contento también estoy decepcionado. La cripta está cerrada, y aunque he estado como media hora intentando abrirla no ha servido para nada. Mañana volveré allí. ¡Quiero ver lo que hay dentro, y no pararé hasta verlo!

Jueves, 15 de junio de 1915.
¡Hoy ha sido el peor día de mi vida! Mamá aún estaba enfadada así que me ha obligado a quedarme en casa, y no he podido salir al bosque a investigar mi descubrimiento de ayer, la cripta. Si solo fuera esto, la cosa no estaría tan mal… Lo que ha fastidiado el día, es que mamá ha venido con un cuento, diciendo, que como siempre estoy en casa, no aprendo nada. Aunque esto no es verdad, porque gracias a los libros de casa y las experiencias personales, sé más cosas que el resto de la gente, mamá no se lo ha creído y ha llamado a un profesor. Así que he estado toda la tarde escuchando a un viejo y barbudo profesor que se creía saberlo todo, explicándome unas cosas que creo que se llaman ecuaciones. Ha sido la tarde peor aprovechada de mi vida. Espero que mañana mamá me deje salir…

Sábado, 17 de junio de 1915.
Me he enfadado con mamá. Llevo dos días encerrado en casa sin poder hacer nada, porque ella quiere que dé clases particulares. ¡Es una tontería! Quiero hacer que mamá se dé cuenta pero ahora también papá piensa que es una buena idea, que haga clases particulares. ¡Odio a mi familia! ¿Por qué no me escuchan? Si fuera por mí, yo ya estaría viviendo por mi cuenta.

Martes, 20 de junio de 1915.
¡Qué tres días! Han sido espectaculares. Cuando vi que mamá quería seguir con las clases particulares, cogí un poco de comida, una manta y una linterna i me fui al bosque. Estaba harto de esta familia. Quería descubrir los secretos del bosque, y ahora lo podía hacer.
Al principio me asusté bastante, porque no encontraba el camino a la cripta… Y lo busqué mucho, pero ya empezaba a pensar que solo había sido un sueño, cuando la encontré. Había cambiado un poquito en aquellos pocos días. Había muchas más plantas que la rodeaban.
Dejé mis cosas al lado de la puerta de la cripta, y empecé a investigarla. La puerta seguía cerrada. Intenté abrirla pero no. No pude. Me fastidió, pero seguí investigando. Descubrí muchas cosas. Primero descubrir que dentro, había los cadáveres de una antigua familia que vivía en una gran casa cerca de allí. ¿Y a que no sabes, cual familia? ¡La nuestra! En aquella cripta hay enterrados una gran parte de nuestros antepasados. Estaba tan emocionado, que decidí dormir al lado de ellos, y he pasado estas dos noches durmiendo al lado de la cripta, donde, por cierto se dormía muy bien.
Los otros dos días, estuve dando vueltas por allí, pero no encontré nada más fascinante. Pero si he descubierto una cosa rara… Las noches que dormía allí, se oían ruidos extraños… Como si personas hablaran y pasaran por allí. La cosa rara, es que cuando abría los ojos no veía a nadie.
Pero lo mejor de todo, es que mamá i papá no se han enterado. Se han preocupado, pero les he dicho que me había enfadado, i había pasado los tres días en mi cuarto i se lo han creído.

Miércoles 21 de Junio de 1915.
Ya está. Mi vida ha terminado. ¿Porque siempre me tiene que salir todo tan mal? Papá y mamá han descubierto que voy solo al bosque. Se ve que ayer, hicieron que “el profesor” que tenía me siguiese, y él así lo ha hecho. Me ha encontrado camino a la cripta, y me ha llevado hasta casa. Se lo ha contado todo a mis padres y se ha liado una…. Ahora, “el profesor” me vigilará todo el tiempo, mientras me enseña ecuaciones. Estoy perdido. Mi vida es lo peor.

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