martes, 12 de abril de 2011

Cuento de las montañas escabrosas

Cuento de Edgar Allan Poe
Diario del narrador
Autor: Sergio García, 3 ESO A

23 agosto de 1899:
Hoy el Dr. Templeton le ha localizado Alzheimer a Sir Bedloe. Dice que no es para preocuparse. Ha dicho que no nos preocupáramos por él porque no estaba la enfermedad en un grado grave i que se podía curar si se tomaba su medicación todos los días.
No tengo buenas sensaciones, me preocupa Sir Bedloe.

24 agosto de 1899:
Hoy le hemos dado la noticia. Según él se lo esperaba porque tenía pérdidas de memoria de hace tiempo y que se lo esperaba. Dice creer estar en buenas manos con el Dr. Templeton y que seguro que se curará.

26 agosto de 1899:
El Dr. Templeton le ha ordenado estrictamente que no se mueva de su casa y que todo lo que necesite estamos yo y el Dr. Templeton para ayudarle. El se ha negado porque le gusta mucho pasear, pero al final ha accedido, porque es por su bien.
Sir Bedloe me ha comentado que se está tomando la medicación y que no le gusta nada de nada. Son unas pastillas amarillas que se ha de tomar dos y dice que huele como los excrementos de un pájaro, y el sabor es aún peor.

27 agosto de 1899:
Sir Bedloe ha desaparecido. Hoy es sábado y es su día de paseo matutino por las Montañas Escabrosas. A lo mejor a causa del Alzhéimer no se ha acordado y se ha ido a pasear. Hemos descubierto esto porque el Dr. Templeton lo ha ido a llamar a casa y no contestaba nadie, entonces, ha encontrado la puerta de atrás abierta y al ver que su bastón de caminar no estaba en el recibidor, me lo ha dicho urgentemente.
No era seguro que estuviera por las Montañas Escabrosas y por eso hemos ido a preguntar por el pueblo.
Tras mucho preguntar hemos encontrado a una persona que nos podía ayudar y ese era el panadero. El panadero decía que lo ha visto por delante de su tienda y que se dirigía hacia las montañas.
El Dr. Templeton se ha decepcionado mucho y se ha venido abajo.

28 agosto de 1899:
Hemos ido a buscar a Sir Bedloe. Pero sin suerte. Hemos recorrido 9 km del valle de las Montañas, pero no hemos visto nada que nos diese una pista.
Nos han acompañado dos policías del pueblo, un forestal y dos voluntarios que querían colaborar y que se conocían bien aquellas montañas.
Nos hemos separado en grupos de dos, menos el forestal que ha ido con los dos colaboradores.

29 agosto de 1899:
Esta noche ha vuelto Sir Bedloe a su casa. El Dr. Templeton se ha puesto a llorar de alegría. Venía rojo como un tomate a causa del Sol que ha hecho y delgado porque no había comido nada.
Nos ha explicado que por la mañana de fue a caminar por la montaña cuando de repente no sabe cómo, ve a una persona con alas y con una hiena al lado. Le pasaron por al lado y se esfumo todo. Apareció en lo alto de una colina viendo como unos rebeldes atacaban a un ejército y la ciudad que se veía era un caos. Vio como un general escapaba por la ventana de un palacio de los feroces rebeldes. Después una flecha envenenada alcanzó al general en el pecho y lo mató en segundos.
Después despertó en medio del bosque y volvió a casa no sabe como porque estaba muy mareado y aturdido.

30 agosto de 1899:
Hoy Sir Bedloe ha enfermado. Tiene mucha fiebre y está muy pálido. El Dr. Tempelton le ha puesto unas sanguijuelas media hora y cada dos horas para que le bajaran el cúmulo de sangre que le había subido a la cabeza.
He estado cuidando de él todo el día. Me ha dado pena verlo en apariencia tan mayor con 52 años. Iba a morir yo y él lo sabemos, no le queda mucho.

31 agosto de 1899:
Ha muerto. Sir Bedloe ha muerto. Parece ser que ha muerto por las sanguijuelas porque al Dr. Templeton se le ha colado una venenosa de la zona y le introdujo el veneno.
Parece ser que tuvo una visión de su vida y la de otras personas relacionadas con él y la muerte. Auqel general que escapaba se llamaba Oledeb como el Sir Bedloe.

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